Sinopsis


La falta de justicia, combinada con la presencia de jueces, magistrados, policías y militares implicados con el crimen organizado, constituye un desafío sustancial para la erradicación de la violencia. Esta situación perpetúa un ciclo pernicioso, ya que el fortalecimiento continuo del crimen organizado otorga mayor capacidad para imponer candidatos y cooptar funcionarios públicos, quienes a su vez toleran y perpetúan la violencia y la escalada de esta.